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Si algo esta claro es que los humanos, tenemos la habilidad desde el inicio de los tiempos, a crear auténticas obras de arte con nuestras manos. Y la orfebrería representa una forma más de ese arte.
Objetos únicos, llenos de la energía y la vitalidad de las manos que le han dado forma. ¿Qué más se podría pedir?
Este arte, no es un arte efímero, es una maestría que perdura en el tiempo y puede pasar de manos a manos durante décadas e, incluso, siglos.
La orfebrería es tradición, cultura y estilo.
Tras esta actividad tan vieja como el hombre, se escode el conocimiento de los materiales, de cómo saber combinarlos para diseñar y dar vida a obras únicas. Y, aquí, los y las orfebres son los encargados de desarrollar este tipo de arte utilizando materiales como el oro, la plata, el cobre o el broce.
Ya los primeros habitantes de la tierra tenían ciertas prendas para decorar, imágenes de dioses o vasijas hechas con sus manos. Curvas, líneas y círculos infinitos que dieron un toque especial a cada uno de esos objetos y lo dotaron de vida.
El arte de la orfebrería no se limita a decorar prendas, se extiende a la decoración de lugares, utensilios y todo lo que el artista quiera crear.
Aunque en la actualidad ciertas labores se han modernizado, técnicas como la fusión, el cortado o el chapado suelen ser las más usadas.
Con el martillado, los orfebres calientan el metal al rojo vivo para sumergirlo después en agua. El recocido permite seguir golpeando la lámina para darle la forma necesaria.
Con esta técnica, el orfebre esboza los diseños en la cara posterior para después, con cinceles o punzones, resaltar el motivo hasta crear volúmenes sorprendentes.
Esta técnica consiste en calentar gránulos de plata o platino mezclándolos con oro. De esta manera, el platino queda atrapado dentro del oro y se crean adornos de dos colores.
Con esta técnica, se puede modelar una forma usando la cera de abeja mediante un molde de metal. Con esta herramienta se han creado grandes obras.
El modelo en cera es cubierto con una capa de arcilla; de esa manera, se forma el molde. Una vez seco, se calienta para derretir la cera y quitarla.
El metal líquido toma la forma del molde que una vez frío se libera rompiendo el molde.
En algunas culturas, el ensamblaje es la técnica de orfebrería más usada. Se crean volúmenes a partir de láminas martilladas unidas mediante alambres o clavos. En ocasiones, la unión también se hace experimentando con diferentes materiales, que una vez calientes, pueden unirse y fundirse de manera natural.
Con el arte de los orfebres, el oro puede amoldarse a modelos labrados en madera o arcilla. Las láminas se unen para crear volúmenes asombrosos que dan una imagen de grandiosidad.
Mediante este proceso, las cuentas de collares, joyas y otros objetos se unen formando esferas de oro. Estas se pegan con un pegamento hecho a base de óxido de cobre que con el fuego que queda carbonizado.
Encargados de transmitir su alma a los diferentes elementos que crea, estos artistas han destacado en el mundo de orfebrería y se han posicionado como referentes de este sector.
Lorenzo Ghiberti nació en Lorenzo di Bartolo y fue un famoso orfebre y arquitecto italiano. Se conoce por crearlas puertas de bronce del baptisterio en Florencia, también llamadas «Las puertas del paraíso».
Creó un taller para escultores del metal y un libro llamado Commentarii, que contiene una obra de arte y una autobiografía personal.
Luca della Robbia es el orfebre de las líneas simples y serenas.
Siempre buscando la forma para conservar sus obras de barro cocido, una obra que popularizó y extendió por todo el mundo gracias a su sobrino e hijos.
Antonio di Jacopo Benci o Antonio Pollaiuolo fue un escultor Italia nacido en Florencia. Gran orfebre, pintor y grabador que perfeccionó el arte del esmaltado en todas sus vertientes.
Hijo y nietos de prestigiosos orfebres catalanes. Luis Masriera fue platero, pintor, orfebre, grabador… Un hombre que vivir por y para el arte.
Destacan sus obras de las medallas de Tristán e Isolda o la vara de Alcalde de Monegal, así como la diadema que la monarquía catalana ofreció a la Reina Victoria en su boda.
La orfebrería, un arte milenario que a día de hoy sigue siendo una de las joyas de la humanidad, no solo por la belleza que ofrecen sus obras, sino por el alma con la que estas piezas se crean y la cantidad de técnicas que se usan para crear obras magistrales.
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